Un fular permite hacer multitud de nudos diferentes con diferentes posiciones para cada momento del día o de la edad del niño-bebe. Cada uno de los nudos puede permitir varias posiciones; además, está es una “ciencia” que crece con la propia experiencia y la de los papas y mamas usuarios y el gusto de los pequeños.
En el fular porta-bebés tratan con total respeto al porteador y al bebé. Sobre la cadera, en la espalda o en el vientre… de cara al porteador, y en apoyo sobre sus nalgas y sus muslos. Su espalda está sostenida por la tela, que sigue su forma en toda su longitud y igualmente redondeada. Sus muslos están elevados y separados, sus caderas se encuentran en una posición fisiológica correcta previniendo problemas de cadera como la displasia. En casos leves de displasia de la cadera está especialmente indicado. El bebé se encuentra relajado y su cabeza se apoya naturalmente hacia delante, sobre el busto o la espalda del porteador.
El cuerpo del niño está como “enlazado” con el cuerpo del porteador, sus muslos y sus piernas rodean su cuerpo. Esto es lo que además convierte el fular en mucho más confortable, ya que el peso está mejor repartido y no se encuentra disociado del de el porteador.
Cuando llevamos cara al mundo en un fular, el cuerpo del bebé no puede enlazarse alrededor del porteador. Está más lejos en el espacio dando lugar una disociación de los pesos y por lo tanto a la carga de un peso suplementario para el porteador. Además, su espalda no está sostenida por el tejido, está simplemente apoyada contra el torso del porteador. Finalmente sus piernas se encuentran “colgando”, salvo si las sostenemos con las manos, es difícil de conseguir una posición fisiológica adecuada en posición cara al mundo.
· Cruz envolvente
· Canguro delante, en la cadera o en la espalda
· Cruz simple delante
· Cruz envolvente delante o en la espalda
· Bandolera, en la cadera
· Cuna, delante
Ya tenemos nuestro portabebé en casa… ¿y ahora qué?
• Durante los primeros intentos el bebe puede llorar, sin embargo poco a poco se irá adaptando a las nuevas sensaciones, de todas formas también en las primeras ocasiones los bebes reaccionan a nuestra propia inseguridad. Para ayudaros mutuamente háblele de su nuevo portabebé o cántele.
• No vestir muy abrigado al pequeño porque él/ella va a aprovechar también nuestro calor corporal. Si se coloca usted un abrigo puede ser menos incómodo colocarse el portabebé, y después ponerse el abrigo.
• No hay que olvidar nunca las medidas de seguridad (siempre sujetar bien al bebe al menos con una mano) y sobre todo realizar los ejercicios y la colocación de manera segura y tranquila. Por ejemplo al subir las tirar sujetar al pequeño con una mano en la colita, o en la espalda…
• Para comenzar elija un momento de tranquilidad, si está sol@ o acompañad@ no se sienta presionad@, no hay prisa, lo primero son su bebe y usted. Entre los dos ponen el ritmo.[1]